La madrastra no puede estar un día sin chupar la polla del chico. Se hizo adicta a esa polla que siempre se pone dura y puede eyacular varias veces al día. Con solo un par de chupadas la polla está lista para cabalgarla un buen rato. Sentir la dura polla en el coño es muy distinto a lo que siente cuando la folla el padre del chico