La madrastra siempre consintió al chico y se hicieron muy cercanos. A medida que fue pasando el tiempo el chico estaba cachondo todo el dia y ella lo empieza a dejar que la folle para desfogarse. El chico se obsesiona con la mujer y ella se siente muy halagada de poder poner cachondo a un chico, así que cuando el chico quiere follar simplemente le dice a la madrastra