No se cansan de ignorar el trabajo policíaco y estas mujeres salen a la caza de otra polla negra. Detienen a un hombre en la calle y en una escalera de un edificio abandonado abusan de un pobre hombre que cometió un solo delito: tener una
polla negra y grande. Ellas no están para discutir sobre ética, sino para disfrutar de la gran polla