Es un hermoso día soleado y la pareja se pone cachonda. Están por preparar el desayuno, pero prefieren alimentar el deseo primero. La mujer se sienta en la mesada de la cocina y se abre de piernas, y el hombre se acerca con la polla dura y la folla levantándole las piernas, haciéndola gemir de placer mientras la folla duro