Una cosa es decir y otra es hacer. Durante años la pareja fantaseaba con que otro hombre se folle a la mujer. Siempre los ponía muy cachondos y follaban muy cachondos pensando en eso, era su fantasía máxima. Cuando un hombre finalmente le folla el coño a la mujer, ella no lo podía creer. Por fin estaba sucediendo, y ver a su marido en la silla filmando la hizo llegar al orgasmo