Esta es una de esas practicas que no todos los hombres están dispuestos a experimentar. Por prejuicio o por falta de interés, definitivamente no todos los hombres están dispuestos a que les metan dedos en el culo mientras le hacen una mamada. Y se ve que los que lo probaron están encantados con los resultados y sensaciones recibidas, pero así y todo hay reticencia en los demás... O al menos es lo que dicen.